La casa fabricante de relojes es mundialmente famosa por su inigualable carácter de precisión, confiabilidad y calidad, cualidades que también distinguen el nivel de los jugadores profesionales. Desde 1967, Rolex ha sido testigo de las competencias de golf más épicas alrededor del mundo, cuando toma la decisión de asociarse con Arnold Palmer, Jack Nicklaus y Gary Player, trío conocido como The Big Three, instaurando así una relación privilegiada con el golf.  A partir de esa fecha, la firma suiza ha desarrollado estrechos vínculos con los más destacados jugadores, incluidos los mexicanos Lorena Ochoa y Carlos Ortiz.

En 1905, Hans Wilsdorf fundó Rolex, con el propósito de diseñar relojes de brazalete que gozaran de la sofisticación y precisión, que los cuentatiempos de bolsillo no ofrecían. Su idea daría paso al primer reloj de pulsera hermético, con mecanismo de cuerda automática de rotor Perpetual.

Excelencia, precisión y fiabilidad son los cimientos sobre los que se construye la reputación de estos lujosos cuentatiempos. Dichas cualidades aplican en todas las actividades de la marca, las cuales comienzan con la fabricación de cada reloj —desde el rotor hasta el brazalete— y culminan con las más rigurosas exigencias de calidad y de servicio postventa. Durante más de medio siglo, Rolex ha desempeñado un papel fundamental en su comprometida asociación con el golf, de modo que aboga tanto por la innovación como por el respeto al espíritu de esta antigua disciplina. 

El apoyo y la solidez de Rolex alientan a instituciones como la USGA y el R&A a establecer las reglas y resguardar las tradiciones del juego. Rolex se ha convertido en un motor esencial de los eventos más prestigiosos, jugadores y organizaciones de este deporte en todos sus niveles, fomentando su desarrollo en el mundo, y eso incluye a figuras como Jon Rahm, quien forma parte de la familia de Testimoniales Rolex. Nacido en Vizcaya, hace 25 años, se integró como nuevo Testimonial de la marca suiza, y por medio de su filosofía y estilo de juego desenfadado busca inspirar a los seguidores del deporte de los bastones. 

El despunte del español es una realidad, prueba de ello fue su participación en la cuarta edición del World Golf Championships- Mexico Championship, disputado en el Club de Golf Chapultepec, en la cual Rahm experimentó una doble satisfacción. Además de imponer una marca del torneo —61 golpes, 10 bajo par— al acertar nueve birdies; logró un Hole in One, el tercero en su carrera, ello en el espectacular hoyo 17 —The Peek, el par 3 de mayor elevación en la gira, con 2,365 m s.n.m.—. Empleando un gap wedge, la bola voló 158 yardas y entró al hoyo. Con ello, registró su mejor actuación en el torneo, donde había quedado también en tercer lugar en 2017, y en los sitios 20 y 45 en 2018 y 2019. 

Es de resaltar que Rahm admite que Ballesteros fue su inspiración para practicar el deporte de los bastones. Entre sus más tempranos recuerdos figura la Ryder Cup de 1997 —donde Severiano fue el capitán—, evento por el cual su familia y él tuvieron su primer acercamiento al golf a través de la televisión. “Si no hubiera sido por esa victoria de Europa, yo no estaría aquí”, declara. Ahora que ya es todo un profesional, admite que vivió momentos de gran presión en el último hoyo del DP World Tour Championship —en diciembre de 2019—, pues sabía que si triunfaba se convertiría en el vencedor de The Race to Dubai del European Tour, hazaña hasta ese momento lograda únicamente por un español: Seve Ballesteros. La victoria del nacido en 1994, provocó que su nombre quedara inscrito junto al de su ídolo.

Otro aprendizaje de Jon Rahm con respecto a Ballesteros es la mentalidad ganadora, por ello siempre pretende ser la mejor versión de sí mismo, buscando la consistencia para remontar posiciones: “si puedo quedar en quinto lugar en vez de sexto, voy a intentarlo”. También aclara que no busca los campeonatos por las estadísticas, dinero o puntos, sino por el reto de crecer como persona y jugador, situación que se refleja en su pensamiento por convertirse en el número uno del mundo, lo cual supone será consecuencia de su entrega en los torneos.

El ibérico cree que el secreto de la efectividad en su juego es la práctica previa a cada impacto. Esta fue la conclusión a la que llegó luego de reuniones con atletas de alto rendimiento: estableció una lista de cómo piensan para obtener los resultados esperados, y todos coincidieron en la rutina.