Los grandes atletas nunca son olvidados por los aficionados, y ese es el caso de Severiano “Seve” Ballesteros. Hoy, 7 de mayo, recordamos el triste adiós de uno de los golfistas más aguerridos de todos los tiempos, quien en 2011 falleció a los 54 años de edad, víctima de un tumor cerebral
Nacido en 9 de abril de 1957 en Pedreña, frente a las costas del mar Cantábrico, “Seve”, como cariñosamente era conocido, tuvo sus primeros acercamientos al golf gracias a su tío Ramón Sota, quien trabajaba en el único campo de golf en su natal Pedreña. Seve tenía el talento golfístico y lo descubrió a temprana edad.
Entre sus 96 victorias internacionales (50 en el European Tour y nueve en el PGA Tour) destacan los dos Green Jackets recibidos en el Augusta National Golf Club por sus títulos en el Masters de Augusta de 1980 y 1983 (en dos ocasiones quedó en segundo sitio), y los tres Clarets Jugpor sus triunfos en The Open de 1979, 1984 y 1988 (subcampeón en 1976).
Integrante del equipo europeo de la Ryder Cup, los llevó a conquistarla en cinco ocasiones en 1985, 1987, 1989, 1995 y 1997, esta última como capitán.
Su impacto en el golf europeo era tanto, que se creó la Seve Trophy en el 2000, enfrentando a los equipos de Gran Bretaña e Irlanda ante Europa continental, la cual ganó el equipo de Seve en su primera edición. El torneo se realizó hasta 2013.
El 16 de julio de 2007, Ballesteros anunció su adiós a los fairways. Al año siguiente, el 12 de octubre de 2008 le fue detectado un tumor cerebral y fue operado para su extirpación. En diciembre de 2009 fue ingresado nuevamente al nosocomio y en mayo de 2011 empeoró su estado físico, antes de fallecer en su casa.
Como jugador y capitán inspiró a millones de aficionados en todo el mundo con su carisma y su genialidad en el campo, especialmente a las siguientes generaciones de jugadores españoles, quienes reconocen su influencia para convertirse en profesionales, como es el caso de Sergio García.
Su legado
Al día de hoy, parte de su legado está en la Fundación Severiano Ballesteros, dedicada a apoyar y fomentar el deporte de los bastones entre las nuevas generaciones y contribuir a causas benéficas.
Entre los múltiples reconocimientos recibidos en vida, Seve recibió la Medalla de la Real Orden del Mérito Deportivo (1983), el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes (1989), la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo (1993) y es Miembro del Salón de la Fama del Golf Mundial (1999). Desde 2015, el puerto aéreo de Cantabria fue renombrado como Aeropuerto Seve Ballesteros.
Para recordarlo, sugerimos disfrutar las dos obras de su vida: la película Seve (2014) y el documental Seve. Artista, Luchador, Leyenda (2021).