“Los campeonatos se ganan en el green”, dice una máxima del golf. En ocasiones, los jugadores ponen más atención al juego de potencia desde la mesa de salida  —ya sea con el driver o los fierros largos—, buscando distancia, por lo cual descuidan su preparación con el putter.

En putts de media distancia, el movimiento de los hombros debe formar un semicírculo, el cual no debe realizarse con los brazos. Además, la acción debe ser rítmica y sin perder de vista la bola, como nos explica la capitalina Fernanda Lira, golfista profesional del Symetra Tour, y miembro de Impulsando al Golf Profesional Mexicano —IGPM—.

MOVIMIENTO INICIAL
Antes de iniciar la acción, se deben cuadrar el bastón y la pelota, la cual se ubica ligeramente hacia al pie izquierdo. Los antebrazos y los hombros se mantienen alineados con la cadera y los pies, estos últimos separados a la altura de la cadera.

TRAYECTORIA
Con el bastón se realiza un semicírculo hacia atrás —el cual se produce de manera natural—. Sin forzar el desplazamiento, el movimiento de los hombros debe ser rítmico, formándose un arco hacia adentro, manteniendo una velocidad constante. 

EL IMPACTO
Lo único que se mueven son los hombros. Siguiendo la ejecución del semicírculo, al impactar con la pelota, la cara del bastón vuelve a estar nuevamente cuadrada, no abierta como se muestra en el paso dos. Una de las claves es mantener la vista sobre la bola.

EL FINAL
Los hombros continúan dirigiendo el movimiento y siguen el semicírculo, pero ahora hacia el lado contrario. La cara del bastón debe finalizar cerrada; el error más común del jugador es levantar la mirada e intentar ver hacia dónde está apuntando.